Las ONG presionan al G20 para que aplique el impuesto Tobin
Diversas ONG reclaman a los ministros de Finanzas del G20 que se reunirán la próxima semana en Londres la introducción de un impuesto a las transacciones financieras como el propuesto en 1971 por el economista estadounidense James Tobin
EFE Las ONG se sienten animadas por unas declaraciones que hizo esta semana el presidente del organismo regulador de la «City» de Londres, lord Turner, en las que indicó su apoyo a un nuevo gravamen a las transacciones financieras internacionales como la llamada «tasa Tobin».
La presión sobre los ministros del Grupo de los Veinte (G20, países desarrollados y emergentes) viene también desde la ONU, y así, el asesor especial del secretario general en materia de finanzas para el desarrollo, Philippe Douste-Blazy, expresó al diario «The Guardian» su esperanza de que algún jefe de Estado proponga introducir ese impuesto solidario.
«Creo que es una buena idea por dos razones: primero la crisis económica va a tener graves consecuencias para los países en desarrollo. El precio de las materias primas va a caer porque van a disminuir las inversiones de Occidente y muchos compromisos de ayuda no van a materializarse», explicó.
«Y en segundo lugar, añadió, nos enfrentamos a una crisis de ética, a un problema de cinismo del propio sistema. No podemos seguir como hasta ahora. Hay que redefinir el sistema».
A la reunión de los ministros de Finanzas del G20 de la próxima semana, a la que asiste también España, seguirá una campaña coordinada de las ONG para intentar convencer a los líderes de las veinte principales economías del mundo de que deben aplicar la tasa Tobin.
El pasado mayo, el ministro de Exteriores de Francia y ex fundador de la organización «Médicos sin Fronteras», Bernard Koucher, anunció la creación de un grupo internacional de trabajo que incluye al Brasil para estudiar la forma de aplicar un impuesto a las transacciones en divisas en beneficio del desarrollo y la salud en los países pobres.
«Los banqueros han metido a los países en desarrollo y a todos nosotros en esta crisis. Ahora tienen una oportunidad de sacarlos del embrollo que ellos mismos crearon», explica David Hillman, coordinador de la organización contra la pobreza «Stamp our Poverty», desde hace tiempo defensora de la tasa Tobin.
Según Anton Kerr, de la Alianza Internacional contra el Sida, «al G8 (Grupo de los Ocho países más ricos) le queda sólo algo más de un año para cumplir el compromiso que adoptó en la cumbre de Gleneagles (Escocia, 2005) de posibilitar el acceso universal al tratamiento contra el virus del sida».
«Las organizaciones de la sociedad civil que trabajan en todo el mundo en la lucha contra el sida, la tuberculosis, el paludismo y la salud infantil y materna están haciendo campaña a favor de la introducción de un nuevo impuesto a las transacciones financieras en beneficio de la salud», afirma Kerr.
La idea lanzada esta semana por el presidente del regulador de la «City» de Londres de aplicar un impuesto a las actividades «socialmente inútiles» de la banca han suscitado fuertes críticas en el sector bancario y de seguros.
También Scott Talbott, jefe de asuntos gubernamentales de la Financial Services Roundtable, que representa a 97 instituciones financieras estadounidenses, expresó la «enérgica oposición» del sector que representa a un gravamen de ese tipo.
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